Tú eres la chica que escucha a su alrededor.
La que oye las pisadas bajar las escaleras. La que oye la hierba moverse al rozarla el viento.
La que escucha el rasgar del papel cuando se abre un sobre. Y se despierta al salir el sol cuando oye el canto de los pájaros.
Tú escuchas el crepitar del fuego en la llama de una vela. Y las notas de un piano, que siguen sonando intactas en tu cabeza, por horas y horas.
Tú ves cosas que otros no ven, y oyes lo que otros no oyen.
Y ninguno de esos momentos son desperdiciados. Porque hay gente como tú, que hace que todos ellos sean valiosos.
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