Muy afortunada.
Soy tan afortunada.
De estar puertas adentro.
Y no perderme los detalles. Pero no los detalles bonitos que a menudo vemos en las fotos, los del trabajo acabado que a tantas les gusta lucir.
A mí me gustan los detalles del camino. Seguir el proceso y ver las telas en sus inicios. Tan básicas. Y saber que con ellas puedes hacer cualquier cosa. Pasar semanas viéndolas a trozos, desmontadas, alfileteadas a su patrón. El placer de quitar el hilván. El olor al adherir la entretela. Elegir botones.
Qué bonitos los colores. Son más bonitos allí abajo. Unos junto a otros. El organdí por encima de la gasa. Y que se te resbale, y volver a enrollarlo... Colocar corchetes, forrar hombreras, planchar pinzas, entallar, entallar, entallar... lo que nos gusta entallar!! y más aun, colocar los lazos!!
Salir de allí llena de energía y satisfecha, y llegar a casa y que te digan.
- Hoy era azul, ¿verdad?
- ¿El qué?
- Lo que has cosido.
Ufff, ¡salí llena de hilos!
¡Es muy chulo todo lo que haceis! Me hicisteis el de novia. Y ahora mismo, repetiría...
ResponderEliminarBesos a todas.