Tu mano y mi mano. Y la tuya y las suyas.
Punto y corazones. Y un brillante y una cruz. Frío y calor. Crepitar del fuego y el clinc clinc de unos cubitos.
Poder hablar sin pensar. Y decir lo que quiero y reirnos. Y venir como soy, sin preparar, y que os guste igual.
Y ser siempre como niñas, aunque pase otra década.
Es un lujo.
¡Qué bonito texto y fondo! :)
ResponderEliminarUn saludo